Es nuestra responsabilidad desarrollar el pensamiento en los estudiantes. Este debe desarrolllar pensamiento crítico. Estamos creando los ciudadanos del mañana. Queremos que puedan analizar y no seguir lo que otro dice, porque se oye bonito o no lo entiende.
Si yo, como maestro finalizo una destreza, voy a probar lo que enseñé. ¿Cómo? Tenemos varias opcciones como: trabajo en equipo, un informe oral, proyecto, etc. Usualmente usamos la prueba escrita. En esta prueba el estudiante debe probar que aprendió la destreza aplicándola a un material nuevo. Por lo menos era mi forma de hacerlo. Por esta razón no podía terminar los libros. No daba una prueba hasta estar segura que la mayor parte del grupo dominaba la destreza. ¿Si no la aprobaban? Reenseñanza y nueva prueba. ¿De qué vale cubrir mucho sin aprendizaje real?
Voy a hacer un aparte aquí para enfatizar la participación de los padres. Los niños deben desarrollar destrezas de estudio en el hogar. Los estudiantes que no aprenden a estudiar, luego como estudiantes universitarios, tienen dificultades para organizar el material y estudiar.
Continuando con las pruebas, he estado observando una modalidad nueva en mis nietos. Se les da un repaso, pero no como práctica, el examen es exactamente igual. ¿Qué prueba este maestro? Memoria, estos estudiantes estudian solo el repaso para aprobar una prueba. Padres contentos con hijos con buenas notas, estudiantes que no sabemos si realmente dominan ese material.
No soy un ejemplo, pero cuando yo daba un repaso, eran ejercicios de práctica, nunca el mismo examen. Tanto en español como en matemática. Ciencia y estudios sociales en ocasiones solo escribían en sus libretas estudiar el material de tal fecha a tal fecha. Hagamos responsables a nuestros estudiantes. Probablemente consiga más atención en el salón, ya que tiene que estar más atento para demostrar que domina la destreza o material.
La Ortografía de la lengua española (2010), última de las ortografías académicas publicadas, tiene como objetivo describir el sistema ortográfico de la lengua española y realizar una exposición pormenorizada de las normas que rigen hoy la correcta escritura del español.
Las características principales de esta edición, que explican su mayor volumen con respecto a la de 1999, son las siguientes:
• Describe de forma exhaustiva el sistema ortográfico de la lengua española, realizando una exposición pormenorizada de las normas que regulan el uso de sus diversos constituyentes. La descripción aborda todos los aspectos del sistema, y no solo aquellos que son fuente de dudas o vacilaciones ortográficas. Su minuciosidad descriptiva y su explicitud permiten resolver numerosos problemas concretos de escritura.
• Se trata de una ortografía razonada, que no se limita a dar cuenta de las normas que regulan el uso correcto de los diversos signos y recursos gráficos con que cuenta el español para su representación escrita, sino que expone, además, los fundamentos que justifican dichas normas.
• Incluye amplia información de carácter histórico, que permite comprender el porqué de muchos de los rasgos característicos de nuestro sistema gráfico y da cuenta del origen y evolución de sus principales constituyentes (las letras del abecedario, su forma mayúscula y minúscula, la tilde, los signos de puntuación, las abreviaciones gráficas, etc.).
• Incorpora nuevos contenidos hasta esta edición ausentes de la ortografía académica, como los relativos a los problemas de unión y separación de elementos en la escritura (compuestos, palabras o expresiones prefijadas, secuencias que pueden escribirse en una o varias palabras, bien con el mismo sentido, bien con sentidos diversos, etc.). También amplía el tratamiento de temas como la ortografía de las voces o expresiones procedentes de otras lenguas o de los nombres propios.
Respondiendo a su propósito didáctico y divulgativo, en el cuerpo de la obra se conjugan tres niveles de información: el texto base, que describe el sistema ortográfico, explica sus fundamentos y explicita sus normas; la información adicional, que ofrece aclaraciones terminológicas o ampliaciones históricas o teóricas sobre aspectos de la exposición general, y las advertencias, notas generalmente de carácter normativo, que aclaran dudas y corrigen errores frecuentes.
La Ortografía de la lengua española se presentó oficialmente el 17 de diciembre de 2010, bajo la presidencia de los príncipes de Asturias, en una sesión conjunta del pleno de la Real Academia Española (RAE) y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española, Ortografía de la lengua española. Madrid: Espasa, 2010.